En el corazón del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), funciona una de sus instituciones más nobles, el Instituto de Rehabilitación Infantil (IRI), un centro de acogida especializado en la atención de niñas, niños y adolescentes con discapacidad. Actualmente, cuenta con 16 personas en protección de entre 0 y 18 años.
“Nuestra población tiene discapacidad física motora. Nosotros, como centro de acogida, estamos en la obligación de velar y mejorar la calidad de vida de ellos”, informó Adriana Siñani, psicóloga del IRI.
En este espacio se busca construir un entorno que sustituya, en muchos casos, la figura familiar que los niños y adolescentes no tienen. “Nosotros somos para ellos un referente familiar, porque generalmente nos llaman papás, mamás. Somos un soporte emocional para ellos”, agregó Siñani.
El centro cuenta con un equipo multidisciplinario altamente capacitado, conformado por profesionales en medicina, laboratorio, psicología, radiología, odontología, trabajo social y enfermería. Son 22 trabajadores que alternan la atención entre el público externo y los niños acogidos.
“Es un equipo muy completo por el cual se les brinda atención de forma completa e íntegra a los acogidos. No son casos sencillos de tratar”, afirma el médico Luis Fernando Urquizo.
Desde la administración, se resalta el compromiso con la atención especializada y con calidez. “La función del IRI es dar atención a personas con discapacidad físico – motora”, afirmó Abigail Chipana, administradora del centro.
“El personal que trabaja acá cuenta con todas las herramientas para poder trabajar con los niños en cuanto al tema de discapacidad física motora”, agregó la funcionaria departamental.
El IRI también abre sus puertas a la atención externa, con servicios de rehabilitación a bajo costo para personas de escasos recursos.
El objetivo principal del centro es lograr que cada niño o adolescente recupere su autonomía, mejore su calidad de vida y, en los mejores casos, pueda salir del lugar a través de tres vías: reintegración familiar, transferencia a otro centro o ingreso a una familia sustituta. No obstante, debido a las condiciones específicas de los menores, la adopción es casi inexistente.
A través de un modelo de atención integral y humana, el Instituto de Rehabilitación Infantil se consolida como un pilar en la protección y recuperación de la niñez más vulnerable. En este espacio, la ciencia médica se une con el amor y cada día se trabaja por devolver a cada niño su derecho a vivir con dignidad.
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MCHC