Prensa GADLP | 01-07-2025
El tramo carretero a Sibicani, en el municipio de Calamarca, ya es parte de la red vial departamental y se transformará para mejorar las condiciones de vida de la población local, que se caracteriza por la producción de alimentos.
“Queremos agradecer con mucho abrazo al hermano Santos Quispe. Ningún Gobernador antes se preocupó por este camino. Hoy se promulga la ley que tanto hemos esperado”, expresó el secretario general del Sindicato Waldo Ballivián, Glover Villa Ortiz, durante la audiencia pública realizada el jueves, en el salón Túpac Katari del Gobierno Autónomo Departamental de La Paz.
El evento reunió a autoridades originarias, transportistas, productores y vecinos de diferentes comunidades del municipio de Calamarca, quienes celebraron la consolidación legal de una carretera que durante años fue un sueño postergado. El tramo en cuestión es Calamarca, cruce Sucanavi – Sibicani es vital para la conexión y comercialización de productos agropecuarios en la región.
“Esta vía es importante para nosotros los transportistas. Antes sufríamos por los traqueteos, el barro, y las lluvias nos dejan varados. Hoy se está concluyendo esta carretera y estamos agradecidos”, comentó el secretario de conflictos del Sindicato Trans Waldo Ballivián, Gonzalo Tabón Blanco.
El acto no solo fue un espacio de celebración, sino también de memoria: los asistentes recordaron gestiones pasadas donde el proyecto vial fue ignorado por distintas autoridades. Hoy, con esta promulgación de ley, se marca un hito en la articulación territorial del altiplano paceño, beneficia a comunidades que producen y trasladan alimentos como papa, haba y chuño.
“Nos sentimos orgullosos. Esta carretera no solo nos sirve a nosotros, sino a muchas comunidades. Ya era hora de tener una vía digna”, mencionó el representante de la subcentral de Sibicani, Javier Mamani Choque. En su mensaje al Gobernador destacó su juventud y compromiso con las bases sociales: “Que siga trabajando, que siga adelante”.
Un dato que emocionó a los presentes fue la mención constante al rol del transporte comunitario y la producción agrícola, dos pilares de la vida en esta región. Los testimonios coincidieron: sin caminos, no hay desarrollo.
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IBP