Prensa GADLP | 30-05-2025
En el centro de acogida Niño Jesús, administrado por la Gobernación paceña, resguardan a niños de hasta los seis años de edad y una de las tareas es preparar para la restitución al derecho a una familia ampliada o nueva. En el proceso de adopción, los padres interesados visitan a los niños bajo una supervisión y acompañamiento, que es el primer contacto importante para generar lazos emocionales.
“Hacemos la orientación a los papás para que vean cómo es el niño”, afirmó la psicóloga del centro, Miriam Martínez. Durante los tres días de visita inicial, la profesional de la Gobernación acompaña a los interesados. “Les hago acompañamiento en los tres días de visita, en caso de que el niño pudiera realizar algún berrinche o tal vez en el tema de la comida”, agregó.
Uno de los aspectos que se aborda con los posibles padres adoptantes es la importancia de establecer límites. “Se les explica que acá tienen horarios, rutinas y para que eso también les favorezca en su casa. Entonces, eso se les va orientando”, afirmó Martínez.
Según la psicóloga, algunos padres pueden ser demasiado permisivos, especialmente en temas específicos, como la alimentación, por lo que se trabaja en fortalecer su rol sin perder la calidez emocional.
“El tono de voz de cómo les habla es muy importante por la emoción que ellos transmiten”, enfatizó Martínez. La orientación no solo se centra en la parte técnica, sino también en las emociones, en cómo los padres deben integrarse emocionalmente con el niño. “Ellos (papás) tienen que ser parte de ellos (niños), para que puedan afianzar el lazo”, complementó.
El centro brinda toda la información necesaria para la adopción: historia médica, psicológica, social y pedagógica. Aun así, hay casos de niños no quieren irse y el rol de las cuidadoras —conocidas como “mamitas”— es fundamental, ya que guían a los niños sobre las nuevas familias y para que acepten la transición.
“Los niños siempre piden que diosito les mande un papá, una mamá”, dijo la psicóloga. Agregó que una de las herramientas afectivas que utiliza para preparar al niño es el perfume.
“Los papás lo que me traen es una camita perfumada, una fotito de ellos, un peluchito perfumado, pijama, de igual manera perfumada. Con esos materiales mi persona va haciendo la preparación”, relató. Dijo que ese aroma se convierte en un puente emocional que familiariza al niño con su nueva familia antes de que llegue el día del encuentro.
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MCHC